martes, 22 de octubre de 2013

El clown, herramienta terapéutica

"Un minero que excava en sus propias emociones para jugarlas y expresarlas con la mayor honestidad posible. Utiliza la máscara más pequeña del mundo, su pequeña nariz roja, con el deseo de crear un universo particular cargado de humanidad y poesía."


¿Qué es?

La técnica de clown proviene de la escuela francesa de Jaques Lecoq fundada en 1956. Su metodología se basa en la observación de la dinámica de la vida y en la reflexión.

Un clown es una persona que muestra sus aspectos más ridículos, que lleva sus puntos débiles por bandera, esto lo hace sumergiéndose en su propia intimidad. De esta forma comienza a reconocerlos y los muestra al público. El punto en el que se apoya el clown es en el de seguir el impulso, dejando todas los estigmas sociales, estando atento tan sólo de lo que le sucede a él y al público. Lo hace desde el juego.

No es un personaje que tenga que ser creado, todos tenemos nuestro propio clown, sólo tenemos que permitir que aparezca y que nos lleve a cualquier situación. Sin críticas, ni juicios, sin interpretaciones, hay que dejar atrás todo esto, ser transparente.

El encuentro se produce entre el profesional y las personas que serán exploradas, y cuanto más profunda sea esta búsqueda interna más autentico será todo. Al mostrarse vulnerable, hace que el público se sienta identificado y sobre todo es un buen ejercicio de risoterapia. De esta forma se abre un espacio de retroalimentación para la comunicación. Cuanto más serio es más risa provoca. 



Libertad, humor, juego, espontaneidad, creatividad, vulnerabilidad, comunicación, verdad son palabras que definen esta técnica.

Objetivos 


  • Improvisar, ser espontáneos emocionlmente.
  • Conocernos a nosotros mismos.
  • Buscar el clown de cada persona, saber reírse de uno mismo.
  • Hacer de lo cotidiano algo interesante.
  • Búsqueda de similitudes entre la técnica del clown y la práctica sociosanitaria.

Contenidos de los talleres

  • Juegos de improvisación y desinibición.
  • La mascara del payaso, la nariz roja.
  • Reflexiones en grupo.
  • Aplicacion de la filosofia del payaso a nuestra vida diaria.
  • El clown como herramienta terapeutica.

En conclusión, buscar nuestro clown nos permite ser nosotros mismo,  sacando nuestros puntos más débiles no como aspectos negativos, sino como parte de lo que somos. Todo esto nos hace crecer como persona.
Esta herramienta no es terapia como tal, pero la experiencia de mostrarse vulnerable, de atravesar el sentido del ridículo es algo inevitablemente terapeútico y liberador.


En este vídeo podemos ver a partir del minuto 3.20 una demostración de lo explicado.


Firmado: Yolanda Pedrero Martín.




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