La investigación del Colegio Darthmouth dice que entender las preferencias del paciente es tan importante como un correcto diagnóstico médico.
Implicar a los pacientes en debates sobre el tratamiento podría reducir el coste de la asistencia sanitaria en todo el mundo.
Prioridades.
Mientras los médicos han sido enseñados a centrarse en diagnosticar el problema médico, los autores apuntan a la evidencia, que sugiere que los médicos no son tan buenos en dar a conocer las opciones de tratamiento y averiguar cómo se sienten los pacientes sobre ellas.
Hicieron un estudio, y en éste, los doctores creían que el 71% de los pacientes con cáncer de mama consideraban mantener su pecho como máxima prioridad, pero la cifra declarada por los pacientes fue sólo del 7%.
En otro estudio sobre demencia, los pacientes le dieron considerablemente menos importancia que la que los doctores creyeron a la continuación de la vida con una función cerebral gravemente en declive.
La evidencia también muestra que los pacientes a menudo eligen diferentes tratamientos cuando llegan a ser mejor informados sobre los riesgos y los beneficios, dicen los autores.
Un estudio encontró que un 40% menos de pacientes prefirieron cirugía para la enfermedad de próstata benigna, una vez que fueron informados sobre los riegos de la disfunción sexual.
Pero asegurarse de que las preferencias de los pacientes no son mal diagnosticadas no es simplemente preguntarle al paciente qué quiere, explican los autores.
Dicen que esto requiere que los médicos sigan tres pasos cuando hablen con el paciente.
Deben adoptar una mentalidad de objetividad científica, usar información para entender cuál de las preferencias del paciente es más probable de resultar e implicar al paciente en una toma de decisiones compartida respecto a su tratamiento.
‘Compromisos’
Involucrar al paciente en un debate sobre las posibilidades de tratamiento les ayudará a estar más informados sobre las opciones y hace menos probable que sus preferencias sean malinterpretadas o mal diagnosticadas.
Al Mulley, jefe de investigación y profesor de medicina en el Colegio de Medicina Geisel en Darmouth, New Hampshire, apunta, se estimó que NHS se podrían ahorrar 30 billones de libras cada año si la gente tomase posesión de su propia salud.
Añadió: “la mayoría de los tratamientos médicos suponen elecciones y compromisos. Por ejemplo, las revisiones médicas pueden traernos beneficios, pero también daños serios, como el sobre-diagnóstico.”
Hace más de 100 años, se les decía a los estudiantes de medicina: ‘escucha al paciente, él te está diciendo el diagnóstico’.
‘Hoy en día, el aumento de las opciones de tratamiento hace esto incluso más fundamental, no sólo para llegar al diagnóstico médico correcto, pero también para entender completamente las preferencias de los pacientes – y reducir el gran gasto de tiempo y dinero que vienen de la prestación de servicios que los pacientes a menudos ni quieren ni necesitan’.
Anna Dixon, directora de la policía de King’s Fund, dice que la investigación sostiene la idea de que se debería ayudar a los pacientes a tomar decisiones sobre su cuidado/salud.
Esta investigación no sólo encuentra que esto da lugar a un tratamiento más apropiado que el que logrado actualmente, pero, bastante en contra de lo que pensaría, esto da como resultado una gran disminución en los costes de intervención.
La doctora Vivienne Nathanson, jefe de ciencia y ética en la Asociación Médica Británica, dice, la buena medicina trata sobre doctores usando su conocimiento y pericia para ayudar a los pacientes a hacer elecciones informadas.
Las buenas decisiones sobre el tratamiento reflejan ambas, las preferencias del paciente y la evidencia médica pertinente. Los médicos intentan ayudar a los pacientes a expresar sus preferencias y ser conscientes de que a veces éstas difirieren del ‘paciente estándar’.
Examinar cómo las preferencias y valores del paciente se reflejan en la decisión a tomar, requiere una relación de confianza entre paciente y doctor.
Fuente: BBC, [English]
Uno de los pilares básicos de la Terapia Ocupacional es la participación activa del paciente en la preparación y desarrollo del tratamiento del mismo. Es importante la entrevista con el paciente y familiares y/o cuidadores, saber cuáles son sus preferencias, sus motivaciones, su empleo (o anterior empleo), sus expectativas en cuanto al tratamiento, etc.
Esta noticia va dirigida a médicos, y habla de cómo los profesionales sanitarios no atienden a las preferencias del paciente, no les informan sobre las modalidades de tratamiento y no les dejan elegir de forma informada. De cómo esto, además de aumentar el tiempo de tratamiento y la no-adherencia del paciente, cuesta millones de euros al año.
Me ha resultado interesante compartir esta noticia basada en la evidencia, pues algo tan común, imprescindible y obvio para los terapeutas ocupacionales como es contar con el paciente en el tratamiento, es algo tan pasado por alto por otros profesionales.
Implicar a los pacientes en debates sobre el tratamiento podría reducir el coste de la asistencia sanitaria en todo el mundo.
Los médicos deben seguir una propuesta de tres pasos para acercar a los pacientes.
El análisis de la revista Médica Británica, escrito por tres expertos en asistencia médica del centro de Dartmouth para la ciencia del cuidado a domicilio en New Hampshire, USA, basado en una noticia escrita para el UK’s King’s Fund, un grupo de policías expertos.
Aquí defienden que ‘preference misdiagnosis’ – malinterpretar o ignorar los deseos del paciente – es un problema significante que está perjudicando tanto a los médicos como a los pacientes.
Los investigadores dicen que esto puede conducir a lo que ellos llaman ‘silent’ misdiagnoses – cuando los médicos eligen los tratamientos equivocados porque fallan en valorar correctamente las preferencias de sus pacientes.
Estos malos diagnósticos son ‘silenciosos’ porque en gran parte no son denunciados (no se ponen en conocimiento de las autoridades).
El análisis de la revista Médica Británica, escrito por tres expertos en asistencia médica del centro de Dartmouth para la ciencia del cuidado a domicilio en New Hampshire, USA, basado en una noticia escrita para el UK’s King’s Fund, un grupo de policías expertos.
Aquí defienden que ‘preference misdiagnosis’ – malinterpretar o ignorar los deseos del paciente – es un problema significante que está perjudicando tanto a los médicos como a los pacientes.
Los investigadores dicen que esto puede conducir a lo que ellos llaman ‘silent’ misdiagnoses – cuando los médicos eligen los tratamientos equivocados porque fallan en valorar correctamente las preferencias de sus pacientes.
Estos malos diagnósticos son ‘silenciosos’ porque en gran parte no son denunciados (no se ponen en conocimiento de las autoridades).
Prioridades.
Mientras los médicos han sido enseñados a centrarse en diagnosticar el problema médico, los autores apuntan a la evidencia, que sugiere que los médicos no son tan buenos en dar a conocer las opciones de tratamiento y averiguar cómo se sienten los pacientes sobre ellas.
Hicieron un estudio, y en éste, los doctores creían que el 71% de los pacientes con cáncer de mama consideraban mantener su pecho como máxima prioridad, pero la cifra declarada por los pacientes fue sólo del 7%.
En otro estudio sobre demencia, los pacientes le dieron considerablemente menos importancia que la que los doctores creyeron a la continuación de la vida con una función cerebral gravemente en declive.
La evidencia también muestra que los pacientes a menudo eligen diferentes tratamientos cuando llegan a ser mejor informados sobre los riesgos y los beneficios, dicen los autores.
Un estudio encontró que un 40% menos de pacientes prefirieron cirugía para la enfermedad de próstata benigna, una vez que fueron informados sobre los riegos de la disfunción sexual.
Pero asegurarse de que las preferencias de los pacientes no son mal diagnosticadas no es simplemente preguntarle al paciente qué quiere, explican los autores.
Dicen que esto requiere que los médicos sigan tres pasos cuando hablen con el paciente.
Deben adoptar una mentalidad de objetividad científica, usar información para entender cuál de las preferencias del paciente es más probable de resultar e implicar al paciente en una toma de decisiones compartida respecto a su tratamiento.
‘Compromisos’
Involucrar al paciente en un debate sobre las posibilidades de tratamiento les ayudará a estar más informados sobre las opciones y hace menos probable que sus preferencias sean malinterpretadas o mal diagnosticadas.
Al Mulley, jefe de investigación y profesor de medicina en el Colegio de Medicina Geisel en Darmouth, New Hampshire, apunta, se estimó que NHS se podrían ahorrar 30 billones de libras cada año si la gente tomase posesión de su propia salud.
Añadió: “la mayoría de los tratamientos médicos suponen elecciones y compromisos. Por ejemplo, las revisiones médicas pueden traernos beneficios, pero también daños serios, como el sobre-diagnóstico.”
Hace más de 100 años, se les decía a los estudiantes de medicina: ‘escucha al paciente, él te está diciendo el diagnóstico’.
‘Hoy en día, el aumento de las opciones de tratamiento hace esto incluso más fundamental, no sólo para llegar al diagnóstico médico correcto, pero también para entender completamente las preferencias de los pacientes – y reducir el gran gasto de tiempo y dinero que vienen de la prestación de servicios que los pacientes a menudos ni quieren ni necesitan’.
Anna Dixon, directora de la policía de King’s Fund, dice que la investigación sostiene la idea de que se debería ayudar a los pacientes a tomar decisiones sobre su cuidado/salud.
Esta investigación no sólo encuentra que esto da lugar a un tratamiento más apropiado que el que logrado actualmente, pero, bastante en contra de lo que pensaría, esto da como resultado una gran disminución en los costes de intervención.
La doctora Vivienne Nathanson, jefe de ciencia y ética en la Asociación Médica Británica, dice, la buena medicina trata sobre doctores usando su conocimiento y pericia para ayudar a los pacientes a hacer elecciones informadas.
Las buenas decisiones sobre el tratamiento reflejan ambas, las preferencias del paciente y la evidencia médica pertinente. Los médicos intentan ayudar a los pacientes a expresar sus preferencias y ser conscientes de que a veces éstas difirieren del ‘paciente estándar’.
Examinar cómo las preferencias y valores del paciente se reflejan en la decisión a tomar, requiere una relación de confianza entre paciente y doctor.
Fuente: BBC, [English]
Uno de los pilares básicos de la Terapia Ocupacional es la participación activa del paciente en la preparación y desarrollo del tratamiento del mismo. Es importante la entrevista con el paciente y familiares y/o cuidadores, saber cuáles son sus preferencias, sus motivaciones, su empleo (o anterior empleo), sus expectativas en cuanto al tratamiento, etc.
Esta noticia va dirigida a médicos, y habla de cómo los profesionales sanitarios no atienden a las preferencias del paciente, no les informan sobre las modalidades de tratamiento y no les dejan elegir de forma informada. De cómo esto, además de aumentar el tiempo de tratamiento y la no-adherencia del paciente, cuesta millones de euros al año.
Me ha resultado interesante compartir esta noticia basada en la evidencia, pues algo tan común, imprescindible y obvio para los terapeutas ocupacionales como es contar con el paciente en el tratamiento, es algo tan pasado por alto por otros profesionales.
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