ADAPTACIÓN DE LOS ENTORNOS ESCOLARES. COLEGIOS
INCLUSIVOS
En este tercer texto, quiero hacer hincapié en un tema que actualmente
incluso me atañe, ninguno de mis hijos tiene una “discapacidad” de las
clasificadas ni de las mal nombradas enfermedades “raras”, diríamos que son
niños normales en cuanto a sus capacidades para enfrentarse a las múltiples
barreras existentes en un colegio, pero me gustaría que crecieran entendiendo
la diversidad de cada una de las personas.
En algunas ocasiones he participado en algún evento o conferencia en la que
se ha hablado de la inclusión en los colegios, y se ha planteado para poder ver
cómo hacer accesible un colegio a niños con discapacidades diversas e incluso
cómo hacer accesible el colegio y el desarrollo de sus actividades diarias a
cualquier niño.
Es un tema interesante porque la mejor
manera de integrar la diversidad es normalizándola desde pequeños. Para ello
creo que habría que adaptar los colegios a una generalidad, pero que a veces
parece más complicado que lo que podría ser. Es cierto que habría gente que
podría decir que hay que tratar de no hacer burbujas, porque luego la realidad
fuera del colegio es otra, pero por algún sitio hay que empezar. En los
colegios existentes habría que mejorar por un lado la accesibilidad a los
distintos espacios que tenga el colegio, y por otro la adaptación intelectual,
y el apoyo extra o externo que pueden necesitar algunos niños con necesidades
espaciales, pero no es éste mi apartado y por ello no voy a profundizar.
Normalmente en el interior de los colegios existen escaleras
para acceder a las distintas aulas, en este caso al menos, en todos los
edificios que tenga el colegio debería existir un itinerario accesible, si se
puede resolver mediante rampas pues ideal porque lo podría utilizar un niño
sólo sin problema. Si la solución deriva en un elevador vertical, pues aunque
en este caso ya se dependa de un mayor también debería haberlo, con ello
estamos garantizando que el acceso a las distintas plantas para niños con movilidad
reducida sea posible. Otro tema es la adaptación luego de las aulas, que es un
tema amplio y no trataremos en este texto.
Por otro lado el conseguir que esos itinerarios sean
comprendidos por todos podría organizarse de manera que se tratara de aunar las
necesidades de todos los niños, sobre todo cuando hablamos de grandes colegios
en el que se unen todas las edades, desde infantil hasta secundaria. Tal vez
utilizando colores contrastados, caminos dirigidos y con significados
implícitos, (que sería bueno para niños de infantil y primaria en general,
¿discapacidad intelectual?, ¿niños con autismo?, ¿niños con discapacidad
visual?, ¿niños con discapacidad auditiva?, y un largo etc….), podría facilitar
mucho esa convivencia. Por cierto hablo de niños porque lo estoy analizando
desde un punto de vista de escolarización, pero qué decir, de los distintos
trabajadores e integrantes de un colegio trabajar en un sitio en el que tu
discapacidad no sea la barrera.
Si por ejemplo el colegio contara con pictogramas que para
guiar los accesos a los distintos espacios, también esto podría ayudar, de
nuevo a tod@s. Si existieran avisadores acústicos y lumínicos, para señalar
cambios de actividad u horario para poder organizarse, serviría tanto para
personas con discapacidades sensoriales, como intelectuales, como a los
despistados. De hecho hay pictogramas que ya son utilizados por ejemplo para
entender en los colegios bilingües, inglés español, y nombrar las distintas
aulas, no sólo con el lenguaje, español e inglés sino con un dibujo que ayuda a
comprender dónde te encuentras o dónde tienes que ir.
A veces los gimnasios son los grandes olvidados cuando se
trata de ser accesibles para niños con movilidad reducida, conozco algún caso
en el que el gimnasio se encuentra en la planta sótano, y resulta que no tienen
acceso mediante un elevador, esto no tiene sentido porque obviamente, cualquier
niño tiene que poder hacer ejercicio, sea el que sea y poder participar de las
bondades de un gimnasio, desde el punto de vista más deportivo hasta el más
lúdico.
Igualmente pasa cuando en los salones de actos, a veces
también el comedor, a veces para hacer teatro, existe un estrado al que no se
puede acceder porque no tiene un medio como pueda ser una rampa o un elevador,
o no está debidamente señalizado o contrastado incluso para no chocarte con él,
no disponen de bucle magnético, una buena acústica, etc
La zona de recreo es otro de las áreas olvidadas, en
infantil normalmente tienen instalados zonas de columpios, que no siempre están
adaptados a todo tipo de niños y que no son muy accesibles a veces para casi
ninguno. Los baños, sólo se plantean en muchos casos para niños de infantil
(talla baja), pero no para pmr, o para niños con resto visual o ciegos, etc.
En fin hay muchos sitios en los que poder actuar en un
colegio, y lo dejo como siempre en una reflexión más para cuando hablemos de
inclusión, si de verdad apostamos por ello, hagámoslo desde el principio.
De nuevo acompaño lo que escribo con textos legales, como
veis se repiten, respecto a otros, porque las leyes nos amparan y dan la razón
en muchas cosas que podemos hacer.
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