miércoles, 12 de noviembre de 2014

Los nuevos “Productos de apoyo”: cuchara para pacientes con temblor

En la actualidad son cada vez más las empresas que investigan y realizan novedosos productos que ayudan a las personas con dependencia a solventar sus problemas. Un ejemplo es la Liftware Spoon, que se presenta como un invento que promete hacer la vida más sencilla a enfermos con enfermedad de Parkinson, cuyas manos sufren de temblores y les dificulta tareas como llevarse la cuchara a la boca.
                                                  
Este artilugio parece compensar en gran medida y en tiempo real los temblores y vibraciones del pulso que presentan los pacientes con enfermedad de Parkinson, haciendo uso de un sistema de sensores que detectan la vibración en tiempo real, con lo que producen un movimiento de la cuchara con la misma velocidad, pero en sentido contrario, consiguiendo contrarrestar el movimiento inicial. En uno de los prototipos se puede ver el efecto de una vibración de 6 Hz y una amplitud de 2 cm. El sistema trabaja realmente rápido y hay un gran número de ciclos por segundo para poder compensar los temblores que presentan las personas con enfermedad de Parkinson. En las pruebas iniciales han podido determinar que el sistema desarrollado es capaz de eliminar un 70% de las vibraciones, suficiente como para que, en numerosas ocasiones, estos pacientes puedan comer solos.

Gracias a los avances tecnológicos y a las nuevas investigaciones en el área de la salud, las denominadas “ayudas técnicas” han pasado a ser “productos de apoyo”. La propia norma ISO9999:2007 cambia el término con respecto a la versión anterior y los define como:
Cualquier producto (incluyendo dispositivos, equipos, instrumentos, tecnologías y software) fabricado especialmente o disponible en el mercado para prevenir, compensar, controlar, mitigar o neutralizar deficiencias, limitaciones en la actividad y restricciones en la participación de los individuos.

Esta norma  recoge una detallada y completa clasificación de los productos de apoyo, desde las conocidas sillas de ruedas, hasta las ayudas para actividades tan básicas como comer, escribir, peinarse o abrocharse los botones.

Estos productos son cada vez más importantes y  pueden tener diferentes objetivos en las personas con una limitación de su autonomía.  Durante el proceso rehabilitador, el paciente se puede beneficiar de la ayuda que le proporcionan para ser lo más independiente posible y conseguir realizar las actividades diarias por sí mismo. Ayudan también a combatir malas posturas o mejorar la ejecución de la actividad. Y por supuesto, otra de las funciones de estos productos es la de sustituir o apoyar a una función cuando no es posible mejorarla.
Es muy importante que antes de adquirir estos productos, los pacientes sean valorados por un profesional, que evalúe sus capacidades y su autonomía, y así se recomiende el producto de apoyo más adecuado. Esta función la desempeña el terapeuta ocupacional.

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