Las caídas son la forma más frecuente de accidente en las personas mayores y representan además
la principal causa de muerte accidental en este grupo de edad. Las
personas mayores sufren caídas a menudo desgraciadamente. Se estima que alrededor de
un tercio de los ancianos que viven en sus casas y la mitad de los que
están en residencias u otras instituciones similares tienen al menos una
caída al año. Para recalcar la trascendencia del problema cabe decir
que, de los individuos que sufren una caída, entre el 5% y el 25% pueden presentar lesiones relevantes, y de los que requieren ingreso
hospitalario tras una caída sólo el 50 % sobrevive un año después. Las
caídas son muy importantes en geriatría por su elevada incidencia y por
las consecuencias que acarrean, que pueden ir desde una contusión leve a la temida fractura de cadera o en el peor de los casos, la muerte. Estas se producen por diversas causas: intrínsecas (cualquier patología que el anciano presente o cualquier fármaco que forme parte de su tratamiento) o extrínsecas, las cuales dependen de circunstancias sociales y ambientales. Lo ideal sería que estas caídas no tuvieran lugar siguiendo algunos consejos y tomando ciertas precauciones, pero a veces, ni siquiera tomando medidas preventivas se pueden evitar.
Con el fin de proporcionar un soporte asistencial en el momento de una caída de un modo sencillo y rápido, un consorcio de empresas tecnológicas (llamado FallWatch) ha creado un detector de caídas, en forma de un pequeño parche triangular, llamado Vigi'Fall. Con este pequeño detector se puede conseguir evitar 500.000 hospitalizaciones y 40.000 muertes prematuras causadas por caídas en toda Europa cada año.
Vigi' Fall se lleva puesto de forma permanente y no causa molestias. Incorpora un sensor de detección de caídas y un dispositivo que avisa a los servicios de emergencia al momento. Ambos están conectados por vía inalámbrica. La interacción entre el parche que lleva puesto el usuario, los sensores de movimiento por infrarrojos y una caja central de control, aseguran la detección precisa de una caída grave y la rápida intervención de un equipo médico de emergencias.
Hay una segunda fase del proyecto, FallWatch DEMO, que pretende avanzar un poco más, monitorizando el pulso y optimizando así su funcionalidad y precisión.
¿Cómo funciona Vigi´Fall?
El mecanismo está basado en un sistema de sensores y en una caja de control central, muy parecidos a los sistemas de alarma. El usuario lleva puesto un biosensor y se colocan varios sensores inalámbricos en las paredes de la casa. Si el usuario sufriera una caída, además del aviso emitido por el biosensor, los sensores de las paredes detectan la ausencia de movimiento y de forma inalámbrica, envían una señal a la caja de control central que también se encuentra en la casa. La caja de control se conecta automáticamente por teléfono con una enfermera o con una centralita en caso de que la caída suceda en la propia casa del usuario. Para distinguir entre una caída real y una falsa alarma, el sistema está equipado con un software de fusión de datos que permite analizar la naturaleza de la caída (con o sin impacto) y la postura en la que se encuentra el paciente.
En el caso de que el paciente se encuentre en una residencia, la enfermera intervendría inmediatamente. Pero, como segunda vía de verificación para aquellas personas que viven solas, un trabajador de la centralita procederá a intentar conectar con el usuario por teléfono, y si nadie contesta, la familia o equipo de emergencia se pondrán inmediatamente en camino.
Vigi´Fall se puede usar en la ducha. Se carga con baterías de alto rendimiento. Todas estas características permiten al usuario que se pone el parche en la piel hacer una vida totalmente normal, sabiendo que si se produce una caída, recibirá ayuda en poco tiempo.
El parche Vigi´Fall ha sido testado con éxito en laboratorios, hospitales, residencias de ancianos y hogares. Las pruebas en laboratorios han demostrado una tasa de detección de caídas superior al 90% utilizando únicamente el biosensor. En cuanto a las pruebas en entornos reales, donde sí se ha incorporado el software de fusión de datos, han demostrado una tasa de éxito aún mayor.
El consorcio.
En el consorcio FallWatch, la start-up francesa Vigilio S.A., se ha encargado de emplear las tecnologías de la información y la comunicación en facilitar la vida de las personas mayores junto con la empresa española Inspiralia, quien ha desarrollado la tarjeta electrónica en miniatura que permite la comunicación inalámbrica entre el sensor de detección de caídas y el dispositivo de llamada a los servicios de emergencia así como la pantalla electro-crómica que muestra el estado de la batería. Además, han participado otras empresas europeas de diferentes especialidades en el proyecto, puesto que el reto era fabricar el sistema en miniatura para que fuera más cómodo y fácil de usar.
Este dispositivo salió al mercado en noviembre de 2012. Varios de sus componentes han sido fabricados en Francia, Italia, Alemania y Reino Unido, y su posterior montaje se realiza en Francia. La versión doméstica del producto empezó a estar disponible a finales del 2013, mientras que la segunda generación del producto, adaptada a los estándares RF de Estados Unidos, comenzó a pasar en las mismas fechas las pruebas clínicas en EEUU y en Europa. Se espera que la versión comercial de este nuevo dispositivo esté lista para su comercialización en poco tiempo.
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