jueves, 22 de enero de 2015

Adaptaciones de cuentos para personas con parálisis cerebral

La Caperucita más integradora


El Centro ASPACE de Castiello gana un premio nacional con un proyecto para adaptar cuentos a personas con parálisis cerebral gracias a las nuevas tecnologías.

Muchas personas con parálisis cerebral controlan apenas una mínima parte de su cuerpo para poder comunicarse. Un grupo de trabajadores del Centro Ángel de la Guarda de ASPACE en Castiello no se resignan, sin embargo, a que no puedan disfrutar con algo tan común como los cuentos. Por eso, el equipo liderado por el educador Rafael Álvarez Fuente ha encontrado la manera en la que las nuevas tecnologías pueden ayudar a superar las limitaciones, por muy grandes que éstas parezcan al principio.

El «Taller Interactivo de Cuentos Adaptados» va dirigido en principio a 60 usuarios, de los que un 70 por ciento tienen discapacidades motoras importantes. De hecho, muchos de ellos presentan tetraplejias, y apenas pueden moverse. Otros tienen mayores capacidades cognitivas, y por eso el proyecto se desarrolla en distintos niveles, para ayudar al mayor número de personas posible.
«El proyecto se establece en tres niveles: sensorial, para los más afectados; de habilidades básicas, para quienes tienen un retraso medio-bajo, y de nivel instrumental, para quienes tienen una menor afectación cognitiva». Todo ello, con el cuento de Caperucita Roja como base y con la idea de desarrollar otros cuentos diferentes en el futuro.
el proyecto se sirve de pizarras digitales, proyectores y sistemas de sonido para exponer el cuento de forma «pasiva» en el caso del nivel sensorial.
«Queremos que los usuarios experimenten el cuento a través de los sentidos, con sonidos, imágenes, el tacto e incluso olores y sabores».

Para quienes manejen unas habilidades básicas, el cuento se mostrará de manera activa, de forma que puedan poner en marcha el relato y su desarrollo, a través de pulsadores, pantallas táctiles o pizarras digitales. Estos usuarios podrán escenificar las situaciones del cuento con tablets, pulsadores y comunicadores, y también tendrán la posibilidad de «realizar actividades tras el cuento, con realidad virtual y representaciones teatrales».
en el nivel instrumental, los usuarios menos afectados tendrán libertad para elegir entre un abanico de posibilidades los diferentes escenarios del cuento, con actividades en las que podrán escribir en tablets, procesadores de texto, pulsadores o cobertores de teclado. Todo ello «adaptándonos a las necesidades tan personales que tiene cada uno de nuestros usuarios, y con la esperanza de poder seguir ampliando estas adaptaciones a todos ellos».

Algunos de los dispositivos de comunicación del centro.

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