jueves, 26 de noviembre de 2015

Ayuda tecnológica para personas con alzheimer (Jenifer Avila Montiel)

ROBOTICA  
El Laboratorio de Robótica de la Universidad Carlos III desarrolló hace años el robot Maggie, una plataforma experimental que está en continua evolución. Se usa para investigar en temas de interacción humano-robot y en la búsqueda de nuevas aplicaciones de los robots sociales que ayuden a personas que no puedan valerse por sí mismas o padezcan pérdidas de memoria y orientación. 

Maggie es capaz de hablar y reconocer la voz. Está dotado de cámaras y telémetros láser para percibir el entorno que le rodea y su cuerpo y brazos son sensibles al tacto. Sus capacidades actuales son muy variadas: puede desplazarse y moverse acompañando a una persona; y ayudar a personas con dificultades visuales, leyéndoles libros o dándoles, por ejemplo, información sobre medicinas o productos perecederos. Además, permite controlar a distancia dispositivos eléctricos y electrónicos dentro del hogar. 

En la actualidad, el Laboratorio de Robótica de la Universidad Carlos III está desarrollando nuevos robots sociales, más sencillos y más pequeños que Maggie, con el fin de empezar pruebas con usuarios, durante largos periodos de tiempo y en entornos reales, como hogares, colegios, residencias, etc. 

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