miércoles, 25 de noviembre de 2015

LA PULSERA ELECTRÓNICA QUE RECUERDA AL CEREBRO QUE EL BRAZO EXISTE (Irene Barba Fernández)


Una mujer a la que un ictus le dejó paralizada la parte izquierda de su cuerpo hace siete años comenta: «Cada vez que sonaba me daba una alegría, pensaba que había perdido por completo el brazo, pero no era así, se movía y el pitido que a mi familia le parecía ya atronador, me ayudaba a recordarlo». 
Participó en el proyecto del pulseras electrónicas con usos sanitarios que llevaron a cabo el Instituto Tecnológico de Castilla y León  y el servicio de Neurología del Hospital Universitario de Burgos. El año pasado el objetivo era mejorar el movimiento de los brazos en tareas bimanuales. La experiencia continua y se busca mejorar la capacidad de abrir y cerrar la mano.
 
Se trata de personas que han pasado un accidente cerebrovascular en el que han perdido la conectividad de parte de su mente lo que impide mover partes del cuerpo, genera pérdida de memoria o incapacidad para hablar. Cuando se recuperan el cerebro se ‘olvida’ de determinadas partes del cuerpo que, tras un estudio médico, se determina que tienen movilidad. «Estas pulseras produciendo una luz, un sonido o una vibración, les recuerda que tienen el brazo cuando están haciendo tareas bimanuales», señala el responsable de Neurología del HUBU, José María Trejo.

El objetivo principal del proyecto será un incremento en la separación máxima del primer y segundo dedo en el área de tratamiento y aumento de la velocidad de apertura y cierre de la pinza formada por ambos dedos. El incremento de la velocidad de apertura y cierre de la pinza formada por el primero y segundo dedo. Como objetivos secundarios se plantean un incremento de funcionalidad de la mano, un incremento de su movimiento que se medirá a través de la escala Fugl-Meyer, la mejoría subjetiva y la comodidad del dispositivo.

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