Que el paraguas no es uno de los inventos más elegantes de la
historia es un hecho. La tela impermeable reduce el campo de visión de
sus sufridos usuarios, se hace jirones y, al desplegarse y plegarse,
cala todo a su paso. Las varillas se doblan con facilidad y los fuertes
vientos no hacen más que jugar en su contra. Precisamente, la energía
generada por el movimiento del aire ha hecho posible la creación del
primer paraguas invisible, Su nombre:Air umbrella.
¿Cómo lo hace? El ingenio, diseñado por una compañía afincada en
Nanjing, China, se olvida la lona y las varillas tan características de
los paraguas tradicionales y se queda con el esqueleto del viejo diseño.
En el interior de la barra cilíndrica, se aloja una batería, un motor y
varias aspas que recogen y expulsan el aire a gran velocidad. La
energía generada «es capaz de desplazar las gotas», indica la página
web, repeliendo el agua hacia los lados y evitando que el usuario se
moje. Su funcionamiento es muy sencillo, pues cuenta con un interruptor
de apagado y encendido y un control de potencia que regula la fuerza del
motor, en función de la cantidad de lluvia que esté cayendo en ese
momento. El proyecto ha encontrado su escaparate en Kickstarter, la
página de ‘crowdfunding’, y rápidamente ha superado los 10.000 dólares
–unos 7.900 euros– que se habían pedido para dar a luz el dispositivo,
alcanzando más de 34.000 euros cuando aún quedan siete días para que
acabe la campaña.
Según indican sus constructores, Air umbrella es capaz de proteger
del agua «a dos personas a la vez», en el caso de que la lluvia sea muy
intensa, y a más si se trata de una ligera llovizna. Evidentemente, el
dispositivo no obra milagros y desde la compañía se advierte de que, con
rachas de viento de nivel seis, el ingenio se convierte prácticamente
en un bonito palo.
Licenciados de las universidades de aeronáutica de Nanjing y Beijing
han participado en el desarrollo de este paraguas que podría ver la luz
en septiembre de 2015. Lo hará en tres modelos distintos, uno orientado
especialmente al sector femenino, que mide 30 centímetros, pesa 500
gramos y cuenta con una autonomía de 15 minutos, y otros dos que miden
50 y 80 centímetros –este último plegable–, pesan algo más de 800 gramos
y cuentan con una batería capaz de alimentar el dispositivo durante 30
minutos.
En cuanto a los precios, la compañía ha fijado en 88 dólares –algo
más de 68 euros– el punto de partida para adquirir el modelo femenino a
través de la campaña de financiación colectiva. La idea es que quienes
han participado en el mecenazgo los reciban en diciembre de 2015. De no
ser así, la empresa se compromete a devolver el dinero en enero de 2016.
Todo en época de lluvia.
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